Antoine de Saint Exupery

"La perfección se consigue, no cuando no hay nada más que añadir, sino cuando no hay nada más que quitar."

21 sept 2009

La tarima

La presidenta de la Comunidad de Madrid, E. Aguirre, ha propuesto restablecer la tarima en la clase para aumentar la autoridad del maestro o profesor. Naturalmente hay polémica. Unos piensan que sí, y muchos piensan que no agregará nada de interés ver.
En realidad una tarima tiene una única función que es elevar, en el sentido espacial, al o los sujetos que están encima. Si ello tiene otras consecuencias psicológicas o sociológicas dependerá, fundamentalmente, de la época en que dicho instrumento se sitúe.
Si es una época turbulenta, elevar a la persona que habla, enseña, o discursea permitirá convertirla en un blanco mucho más fácil. Si es una época tranquila, la misma operación servirá para ver las últimas filas y llegar hasta ellas con su mensaje gestual.
A los dioses se suele colocarlos en un altar, pero a los que se cuelgan también (sólo que no se llama así).
Cuando las cosas van mal, o no obedecen a nuestras pretensiones, las soluciones fáciles suelen ser de dos tipos: o la violencia (ejercida de alguna forma) o la reinstauración de una solución probada del pasado.
Son "fáciles" porque no hacen pensar mucho, ni requieren grandes conocimientos sobre la cuestión. Ignoran las circunstancias cambiantes; lo que motiva a la gente y lo que la desmotiva; lo que queremos, creemos e imaginamos de un futuro posible.
Las soluciones interesantes son las que incluyen un estudio atento de la cuestión, y se ensayan a fondo, en muestras adecuadas de población, corrigiendo lo que al principio parecía "pan comido" y aprendiendo de las reacciones inesperadas de la gente.
¿Algo de esto se está haciendo en nuestro país?
Una solución fácil que se me ocurre, y que aún ningún político ha tenido en cuenta, sería la de vestir al profesor "de novio" y a la profesora "de novia", pero sin velo. Quizá la ropa diferente deje tan embobados a los alumnos que hasta se olviden de hacer bulla.

1 comentario:

  1. La tarima es práctica, y fue una estupidez plebeyista el suprimirla. Además, el profe que no la quiera, siempre puede bajarse de ella, mientras que, si la suprimes, resulta más difícil controlar al personal, ya de hecho bastante descontrolado por el halago y la malcrianza mediática, el paternalismo estatal y el descuido paternomaternal.
    Evidentemente, en esto del "usted" y de la "resurrección" de las tarimas (en mi Instituto nunca han estado del todo muertas) corremos el riesgo de coger el rábano por las hojas. Lo que importa es el respeto al saber, a la persona mayor en conocimientos y experiencias, no tanto las formas con que se expresa ese respeto, claro... Pero ya sabes lo que decía William James, que no lloramos porque estemos tristes sino que estamos tristes porque lloramos. ¡El hábito sí hace al monje! El usted ofrece una distancia que evita un excenso de confianza que suele decaer en asco. Y respecto a eso de vestir a los profes y "profas" de novios y novias... parece un poco exagerado, pero sí sería interesante que vistieran al menos de profes y no de vaqueros del Far West o de jipis, pero ¡ay!, el decoro es también una virtud que brilla entre nosotros por su ausencia.

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