Antoine de Saint Exupery

"La perfección se consigue, no cuando no hay nada más que añadir, sino cuando no hay nada más que quitar."

27 dic 2010

Feliz 2011

Terminando 2010 uno no puede evitar la tentación de desear al prójimo un "mejor año", aunque, en mi caso, esa tentación siempre va acompañada de un supuesto implicito: "mejor" es decir "menos".
Quiero decir que tenemos muchas cosas que tirar a la basura, y de esa forma, por el simple procedimiento de recortar, nuestro mundo podría ser algo más bueno.
¿Por dónde empezar?
Tenemos muchas religiones, muchas filosofías, y muchas teorías políticas y económicas sobre todo lo que nos aflige y nos ocupa: desde "que pasará con nuestro Yo personal, más allá de la muerte" hasta "cómo evitar la creciente desigualdad en riqueza que nos abruma", en un mundo paradójicamente más rico y desarrollado.
Pues bien, sostengo que la madurez personal y social consiste en aceptar la incertidumbre de nuestra época y simultáneamente alcanzar acuerdos colectivos para frenar la concentración de poder en los grandes Estados y Corporaciones económicas, religiosas y políticas.
Obviamente algo así resulta utópico, y cualquiera se partiría de risa si se pretendiese convertir tal horizonte en un programa político concreto.
Pero sí llegamos a la conclusión de que lo que realmente nos perjudica no es la incertidumbre sino las certezas, y no los temores sino las "soluciones" que nos ofrecen (Alguna vez leí en algun lado: "Si quiere saber lo que son problemas... entonces pruebe nuestras soluciones"), estaremos de acuerdo en que un "mejor año" será aquel dónde el mundo se haga un poquito menos creyente y un poquito menos confiado en los especialistas y sacerdotes de cualquier clase.
Hay veces, en que menos, es más.

1 dic 2010

La crisis... llega a todos.

El vendaval actual que sacude a Europa, pero que toca todo el capitalismo, muestra muchas cosas. Pero de lo que no se habla en los diarios (por qué se han borrado temporalmente del mapa) es del rotundo fracaso de los movimientos contestarios que sólo saben salir a la calle en manifestaciones ruidosas, pero no ilustrar al personal sobre por qué sucede lo que sucede y lo que nos espera.

Leyendo este artículo, he seguido la sugerencia del artículista y me he bajado el libro. Quizá convenga que lo leamos, a ver lo que dice y las orientaciones que propone.