Antoine de Saint Exupery

"La perfección se consigue, no cuando no hay nada más que añadir, sino cuando no hay nada más que quitar."

29 oct 2009

El caso de los Mapuches


Los Mapuches son un pueblo indígena situado al Sur de la Argentina y de Chile. Es interesante saber que en su lucha para la reparación de seculares injusticias provocadas por ambos estados, cuentan con la simpatía y colaboración de personas de ideología libertaria. ver.
Esto, que en cualquier país europeo no sería particularmente llamativo, ha llevado a acusar a los Mapuches de estar infiltrados por grupos terroristas, lo cual nos parece una visión muy sesgada de las autoridades chilenas. Las autoridades de estos países deberían aprender a distinguir entre lo que es legítimo, sostener ideas libertarias o simplemente reivindicar el respeto por las tradiciones, la lengua y la tierra propia, de la pura violencia terrorista.

28 oct 2009

La corrupción dentro del Sistema

Los anarquistas no suelen ser amigos de los políticos, ya que consideran que "La Política" debería ser una actividad propia del ciudadano, y convertirse en un profesional de ella no puede traer, a largo plazo, más que adulteración de la democracia y manipulación de la justicia.
Sin embargo en nuestra sociedad actual predomina la idea de las ventajas de la "profesionalización" de cualquier actividad debido a que la especialización aporta, algunas veces, una conducta más racional y eficaz.
Pero a veces la eficacia está reñida con la justicia, o incluso con la racionalidad. Las palabras del ex presidente de Cataluña, Jordi Pujol, dejan entrever que los políticos tienen sus propios secretos, y trucos, propios de su profesión, y que mejor es no menearlos.
¡A confesión de parte... relevo de prueba!

23 oct 2009

La revolución española bajo la lupa


Lo que cualquiera, no directamente implicado, observa como un deficit grave de pensamiento racional en el análisis político de cualquier ideología es la ausencia de autocrítica sobre posiciones tomadas en el pasado. Todo se justifica y si existió un fracaso, éste se debe más a factores externos que a la lógica interna que provocó decisiones erróneas.
Creo que el pensamiento anarquista debería ser el menos inclinado a esta clase de justificaciones, ya que su búsqueda de una comunidad no autoritaria debe necesariamente incluír un espacio de reflexión para las propias metidas de pata.
Estas palabras vienen a cuento porque el análisis de lo sucedido en el primer año de la Guerra Civil española, cuando paralelamente se inició una verdadera revolución social de caracter libertario, es importante para elaborar nuevos caminos en la eterna búsqueda de una sociedad más justa y simultáneamente más libre.
Los materiales que se aportan en El Cajón de Watson apuntan a esta tarea. Se publican documentos de no fácil acceso (básicamente porque los libros están agotados) que muestran las luces y sombras del movimiento anarquista en esas horas cruciales de la historia europea.
Téngase en cuenta que lo en aquel entonces experimentado tuvo consecuencias que van más allá de los límites geográficos. Tal como en algun momento formuló Chomsky, lo sucedido en España requiere mucha más atención del anarquismo mundial del que hasta ahora se le ha dado.

19 oct 2009

Anarquismo minimalista y Estado mínimo.

Los lectores de este blog que se interesen más a fondo por el Anarquismo y sus diferentes perspectivas, es posible que al leer el artículo que recomendamos en "Para ampliar información", Estado mínimo, piensen que ese enfoque es similar al que llamamos "Anarquismo minimalista".
En realidad no lo es. Hay, obviamente puntos de contacto, pero existe una diferencia esencial: no postulamos ningun tipo de sociedad en particular; nuestro "anarquismo" es, para decirlo en pocas palabras: metodológico, no sistémico.
Y para ampliar un poco lo anterior. No creemos, como ya se ha escrito en otras entradas de este blog, en que la sociedad humana pueda ser cambiada, para mejor, con acciones pensadas para realizar profundos cambios sociales. La experiencia histórica nos demuestra que lo que sale es un monstruo o una caricatura de lo pensado. Por lo tanto, aceptando la sociedad en que vivimos, y sin pretender modificar de raíz su moral, su economía y su ética, propugnamos pequeños cambios siempre dirigidos a controlar el poder de los Estados y de las grandes corporaciones privadas. Cambios en los que participe la mayor cantidad de personas posibles en la seguridad de que éstos serán así más estables y duraderos.
Además el Anarquismo Minimalista propone ampliar las esferas de libertad individual evitando la intervención del Estado en todo aquello que puedan realizar mejor asociaciones voluntarias de particulares.
Hay más cosas, por supuesto, pero éstas nos parecen claves para diferenciarnos de los "miniarquistas".

15 oct 2009

El anarquismo en la encrucijada.


Un repaso por diversos materiales anarquistas permite observar como muchas de las consignas que en su momento fueron "revolucionarias", hoy ya no lo son. El paso del tiempo las ha envejecido ya que en esta sociedad actual, por lo menos en España, las reivindicaciones de la década de los 30 ya no tienen sentido. Si alguien tiene alguna duda, por favor, que mire y oiga este vídeo ver
Hoy tenemos un Estado que no sólo no da miedo sino que es buscado, sobre todo en época de crisis, desesperadamente por todas las capas de la sociedad (incluyendo los banqueros). No se pide "menos Estado" sino  más, hasta un punto situado probablemente en el infinito; cuando todas las necesidades y peligros existenciales hayan sido cubiertos desde la cuna.
Una cosa es tener historia y otra, muy diferente, ser rehén de ella. Reducir el anarquismo a una protesta juvenil, legítima por supuesto en su contexto, pero inmadura para enfrentarse con los complejos problemas sociales, económicos y políticos del presente, es, en la práctica, liquidarlo como ideología que tenga algo que aportar. Convertir al anarquismo es una lengua muerta o en el mascarón de proa de una insurgencia sin futuro.
No nos gustaría que algo así sucediese. Se necesita repensar las viejas actitudes al compás de los nuevos desafíos.

10 oct 2009

El Estado protector

El caso Gürtel sacude al principal partido de la oposición. El caso Millet sacude a Cataluña, y el partido del gobierno no tiene en estos momentos una gran estrella en el mundo del dinero negro y la prevaricación, pero es una pura casualidad, ya que las ha tenido y probablemente en algun momento del futuro también tendrá su espacio en la prensa. El poder corrompe; esto es algo sabido, pero sin embargo seguimos creyendo que porque hay políticos decentes... todos los políticos lo son.
No se trata, no es el caso, de ir contra la política ni contra los partidos políticos, ni siquiera contra el poder. Lo estamos reclamando cada día cuando queremos más protección legal, más subvenciones para nuestra particular situación, más intervención del gobierno para evitar la crisis y el paro, más tribunales para evitar la violencia de género, más normas para que los niños estén protegidos, más... siempre hay algo que merece un poco de protección (y cuanta más protección más difícil de tragar, más injusto, resulta el caso de quien se queda fuera del sistema). Estamos viciados por el poder, y sólo falta que aceptemos, conscientemente, el peaje que hay que pagar cuando los ciudadanos no se preocupan de la política (salvo en el momento de votar).
¿Quieres subvención? Toma ¡dos tazas! una para tí y otra para mí. Nadie puede quejarse de no recibir alguna ayudita del Estado, y por lo tanto el Estado y sus organizaciones perifericas reparten y reparten, y hay demasiado dinero en juego como para llevar el control de todo. Cuando miles de millones de euros van de aquí para allá es natural que algo se caiga en un bolsillo bien dispuesto. ¿No le parece?

8 oct 2009

John Brademas. Anarco Sindicalismo y revolución en España. 1930-1937.

John Brademas, es un político demócrata, graduado en Harvard y doctorado en Oxford, también historiado y desde 1959 fue miembro de la Cámara de Representantes del Congreso de EEUU.

Este estudio, terminado en 1953, en una época donde en su país existía muy poco interés por la historia española, exceptuando la obra de Stanley Payne ("La revolución española"), describe el desarrollo del más poderoso movimiento mundial del anarcosindicalismo, la CNT-FAI. Los avatares y circunstancias que llevaron a los anarquistas a enfrentarse con el gobierno repúblicano de Azaña, la UGT y los socialistas y su participación en el Frente Popular. Luego analiza la participación anarquista en la Guerra Civil, con la llegada de ministros anarquistas a la Generalitat de Catalunya y al gobierno de la nación, y el posterior fracaso de la CNT en aglutinar la oposición al partido comunista español, que terminó con el infausto episodio del Coronel Casado.
Este libro no ha sido reeditado; pero se puede encontrar en bibliotecas. Merece darle una ojeada.

¿Cambio social? Naturalmente, siempre lo hay, nos guste o no.

La mayor parte de las tendencias o facciones o grupos anarquistas buscan desesperadamente un profundo cambio social. Un cambio radical que destruya las maldades e injusticias de la situación en que este grupo se encuentra. ¡Nosotros no!
El anarquista "minimalista" no desea cambiar su sociedad; considera este intento fútil y peligroso. Lo primero porque es imposible lograr un cambio social profundo apelando a la voluntad de los integrantes de un sistema social (sería equivalente a intentar alzarse del suelo tirándo de los cordones de los zapatos), y segundo porque lo que se logra (cuando en determinadas circunstancias históricas muy especiales una verdadera "Revolución" es posible) resulta inesperado y da lugar a la aparición de otros problemas iguales de graves o más que los que se intentó solucionar.
Pero el A.M. no está satisfecho con su sociedad, todo lo contrario; no obstante ello no significa que crea que puede cambiarla. Esto es una ilusión de tipo "mesiánica", "religiosa".  Lo importante, piensa el A.M. es cambiar lo que se pueda, y lo que esté al alcance de la mano (dejándo de lado la "gran teoría revolucionaria") y el resultado será el que sea... que nadie sabe hacia dónde vamos y todo cambio es el resultado de muchas tendencias opuestas más la influencia, nada desdeñable, del azar.
Los que imaginan que el ser humano puede diseñar la sociedad en que va a vivir de la misma manera que puede construír su casa merecen nuestro respeto, ya que parece una tendencia muy humana; pero una cosa es respetar al portador de las ideas y otra las ideas en sí mismas. Ni siquiera un grupo pequeño es capaz de crear un entorno que responda a una idea previa de como debe ser, y que dure unos pocos años.

4 oct 2009

Bañarse con bañador


He sostenido alguna discusión con gente que objeta el calificativo de "minimalista" a la clase de principios que sustentamos en el blog. Lo que siempre explico, y aprovecho para exponerlo aquí, es la gran dificultad para entender nuestro mundo contemporáneo, y de esta manera pensar en una doctrina global que pueda servir para actuar en él.
El principio básico es la necesidad de "comprender" antes de ofrecer soluciones. De otra manera estaríamos frente a una "revelación" que puede aceptarse en el campo religioso pero no en el político. Vivimos en el filo de dos mundos (por lo menos ésta es nuestra percepción). Como serán los finales del siglo XXI es imposible de imaginar. El desarrollo tecnológico es de tal calibre que en muchas disciplinas científicas, "ayer" supone unos pocos años de este siglo, y la década del 90 sería algo así como la "prehistoria".
La complejidad no permite soluciones primarias salidas de nuestra cabeza al igual que emergió Palas Atenea de la cabeza de Júpiter.
Pongamos un caso para ilustrar los problemas nuevos que tenemos entre manos. La convivencia en nuestros países de minorías (algunas muy numerosas) con un estadio de desarrollo cultural muy distinto. Una cuestión tan sencilla como la posibilidad de bañarse en una piscina de forma poco común (aunque sí lo fue, a juzgar por las fotos, en las primeras décadas del siglo XX, es decir en una relativa "prehistoria" respecto de los cambios sufridos por nuestra sociedad). Ver
Por un lado uno espontáneamente se pone del lado de la represión, es decir de la prohibición lisa y llana (al igual que italianos y franceses). No se puede permitir que convivan costumbres que consideramos discriminatorias y humillantes para la mitad del género humano. Por el otro somos conscientes que esta medida es sólo un paliativo difícil de sostener con nuestros derechos en la mano. Además con la prohibición se hace más difícil la inserción de grupos reluctantes a la modernidad favoreciéndo la creación de guetos (con sus piscinas particulares). ver
Veamos esta cuestión bajo el prisma libertario ¿Hace daño a alguien ciertas costumbres, que consideramos humillantes, pero no perniciosas? ¿Por qué una persona que quiera bañarse vestida, si usa ropa preparada especialmente salvando la higiene del lugar, no puede hacerlo? si además quiere hacerlo y está en su sano juicio.
Cualquier libertario sentirá que se la traba la lengua a poco de pensar en ésto. ¿En que medida se puede proteger al ciudadano contra si mismo, si éste puede demostrar que su conducta está racionalmente fundada? ¿Y en que medida se puede proteger a alguien de una "humillación" si siente que no hay tal, y que la "humillación" consiste justamente en ese acto de supuesta protección?
Por supuesto que en el corazón de todas las religiones hay un núcleo irracional...pero ¿no pasa lo mismo las doctrinas políticas vulgarmente llamadas "nacionalistas? ¿Definir lo "racional" no es también un acto ideológico?
Se puede argumentar mucho más en favor y en contra, más lo único que con este ejemplo pretendo ilustrar es que nuestro mundo no resulta fácil encerrarlo en una doctrina, en una ideología, en una religión, y en una lógica. Si no estamos abiertos a las contradicciones y somos capaces de articular puentes entre ellas, difícilmente diremos valioso que ayude a entender y solucionar nuestros problemas.
Bien, si nuestro razonamiento es correcto, los "puentes" no son un elemento más del paisaje heterogéneo, son por el contrario, la herramienta verdaderamente clave, el elemento "mínimo" que nos permite sobrevivir, cuando no sabemos adonde vamos y por cuanto tiempo estaremos en la situación actual.

2 oct 2009

Autoridad, organización, jerarquía, libertad... ¿autoridad?

¿Es el anarquismo un taparrabos que sirve para dar nombre a cualquier posición más o menos rebelde?
A pesar de caer en la incorrección política me atrevo a afirmar que sí. De allí la necesidad de clarificar sus posibilidades teóricas para guiar una acción con significado político. Como alguién dijo: "no hay nada más práctico que una buena teoría".

Pero la teoría no debe surgir de la cabeza de un iluminado, sino del análisis crítico del presente y del repaso crítico también de las experiencias pasadas... cosa que a juzgar por lo que se ve en la Red no suele ser tarea prometedora (más allá de las historias sesgadas dirigidas a los que están dispuestos a creer lo que venga).
El problema central de la teoría anarquista está en conjugar su rechazo a la autoridad impuesta coercitivamente con la necesidad de organizarse adecuadamente para influír en la sociedad. Digamos que es una tarea aparentemente contradictoria. Y para ello el pasado ofrece algunas claves.
Antes de seguir en nuestra línea minimalista, me gustaría que el lector diera una ojeada a este texto. Luego podemos hablar.

1 oct 2009

La moral anarquista

En la medida que hay muchos anarquismos posibles, como lo demuestra la experiencia histórica, tambien hay diversas morales que pueden ser consideradas propias de los anarquistas. Juan García Oliver menciona, en sus memorias, que allá por principios de siglo XX él sus compañeros consideraban que el bailar no era propio de anarquistas, y no porque contuviera movimientos lascivos sino porque era una actividad de distracción, superficial, con el que la burguesía pretendía entretener al pueblo. También practicaban distintas formas de austeridad los anarquistas del siglo XIX; pero durante la época de la Revolución Rusa, en cambio, el "amor libre", como sinónimo de relaciones sexuales sin compromiso ni propósito de matrimonio, eran ensalzadas como "revolucionarias".
Sería interesante pasar el siguiente test a muchos anarquistas de ayer y de hoy... y comprobar, presumo, la gran disparidad de opiniones.

Observadores

Desde este blog pensamos que una de las primeras cosas que tendría que hacerse, y pronto, para mejorar nuestra sociedad es crear una red de observadores populares que, con apoyo de profesionales cualificados, puedan indagar en los procedimientos y resultados de instituciones públicas y privadas. Una Red a la que cualquier ciudadano pueda acceder para presentar sus inquietudes sobre lo que está sucediendo y sobre lo que los medios de comunicación se resisten a publicar. Nos preguntamos si esta Red ya existiera se podrían dar casos como los aquí denunciados.

Honduras

Vivimos en un mundo muy complejo, donde cualquier afirmación generalista corre el riesgo de encontrarse con una excepción de gran calibre. Un mundo con todos los matices del gris. Tomemos por ejemplo el caso de Honduras. Por un lado un presidente populista depuesto; un  presidente que se situaba en la línea de Chávez y que por lo tanto apuntaba a un gobierno "popular" que recuerda a las ya perimidas "democracias populares" del este europeo. Una oligarquía de partido sustentada en una política de distribución de la riqueza aparentemente dirigida hacia el pueblo. Por el otro un establishment muy restringido que monopoliza todo el poder y el dinero ver. La elección entre uno y otros es un falso dilema ¡Ninguno de los dos!