La mayor parte de las tendencias o facciones o grupos anarquistas buscan desesperadamente un profundo cambio social. Un cambio radical que destruya las maldades e injusticias de la situación en que este grupo se encuentra. ¡Nosotros no!
El anarquista "minimalista" no desea cambiar su sociedad; considera este intento fútil y peligroso. Lo primero porque es imposible lograr un cambio social profundo apelando a la voluntad de los integrantes de un sistema social (sería equivalente a intentar alzarse del suelo tirándo de los cordones de los zapatos), y segundo porque lo que se logra (cuando en determinadas circunstancias históricas muy especiales una verdadera "Revolución" es posible) resulta inesperado y da lugar a la aparición de otros problemas iguales de graves o más que los que se intentó solucionar.
Pero el A.M. no está satisfecho con su sociedad, todo lo contrario; no obstante ello no significa que crea que puede cambiarla. Esto es una ilusión de tipo "mesiánica", "religiosa". Lo importante, piensa el A.M. es cambiar lo que se pueda, y lo que esté al alcance de la mano (dejándo de lado la "gran teoría revolucionaria") y el resultado será el que sea... que nadie sabe hacia dónde vamos y todo cambio es el resultado de muchas tendencias opuestas más la influencia, nada desdeñable, del azar.
Los que imaginan que el ser humano puede diseñar la sociedad en que va a vivir de la misma manera que puede construír su casa merecen nuestro respeto, ya que parece una tendencia muy humana; pero una cosa es respetar al portador de las ideas y otra las ideas en sí mismas. Ni siquiera un grupo pequeño es capaz de crear un entorno que responda a una idea previa de como debe ser, y que dure unos pocos años.
Ce que parler veut dire Pierre Bourdieu
Hace 1 día
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