Antoine de Saint Exupery

"La perfección se consigue, no cuando no hay nada más que añadir, sino cuando no hay nada más que quitar."

8 mar 2016

Errores anarquistas. I

Cuando se critican otras teorías políticas también debe ejercerse, en paralelo, un análisis permanente de la propia con el fín de mejorar el ajuste de ésta a la realidad.

Un clásico error en el anarquismo militante consiste en concluir que "a todo el mundo le interesa la política" partiendo del supuesto que "todo el mundo es afectado por la política".

¡Falso! Basta con mirar en derredor para detectar que son pocos los que se interesan por tal tema, más allá de algunas cuestiones destacables y puntuales. Y esto es normal, y no tiene porque ser considerado como el resultado de una sociedad esclavizada por el capitalismo.

Una sociedad humana es una floración constante de intereses... divergentes. Y así es como progresamos; buscando siempre nuevos caminos en todo el abanico de posibilidades que una situación histórica concreta posibilita.

Pedir que todos se interesen por "la política" es equivalente a pedir que todos se interesen por los avances de la cardiología; partiendo del supuesto que es el corazón la pieza esencial de nuestra biología.

Aceptemos que la mayoría no se interesa por este tema; y que, no obstante, tiene derecho a hacerlo cuando advierta que sus derechos no son debidamente respetados. Por lo tanto imaginar un modelo de sociedad con ciudadanos atentos a los cambios políticos... es equivalente a imaginar una sociedad convertida en un monasterio donde todos sus inquilinos están dedicados a adorar a Dios.

Un anarquista inteligente tiene, luego, que considerar en que medida los representantes políticos tienen derecho a especializarse y profundizar en la gestión de los problemas con que se enfrentan. El poder en sí mismo no es el problema; sino la manera en que minorías se apropian de él para hacer valer sus objetivos particulares. 

7 mar 2016

Un filósofo nada cómodo

Ayn Rand un filósofo que descubrí hace poco tiempo y que me parece sumamente interesante. Cuándo alguien es criticado por diferentes partes hay que estar alerta porque casi seguro que está lleno de cosas interesantes para pensar. Así que recomiendo, como iniciación este artículo.

Por cierto, sí, en cambio, os encontráis con unas lecturas que son aplaudidas por diversidad de gente... es hora de empezar a sospechar: o son una colección de lugares comunes o contienen afirmaciones puramente tautológicas.

Los que nos hacen pensar son los que se oponen a nuestro "sentido común"; recordadlo.

6 mar 2016

¿Minimalista? ¿Qué significa en este contexto?

Alguna vez me preguntan a que se debe que el nombre original del blog sea "Anarquismo minimalista", independientemente de los cambios que va teniendo como sucesivos ajustes que le doy. Pues bien, aquí la palabreja significa ni más ni menos que "esencialista", y esta especificación prefiero omitirla tanto por lo empalagosa que resulta cuanto por sus connotaciones muy alejadas de la cuestión principal que me interesa.

"Minimalista" significa que uno tiene en cuenta lo esencial, lo principal, o el aroma -si se quiere- de alguna corriente ideológica o artística. También connota que no se pretende ser completamente ortodoxo ni formar parte, por supuesto, del pensamiento predominante, de moda.

Y para mi tiene otro significado ligado, al que le doy gran importancia: se trata de pensar respetando ciertos principios claves pero sin importar demasiado hacia dónde podemos derivar a partir de ellos. Si uno fuera un poco cursi podría escribir aquí lo mismo con otras palabras: que el corazón guíe nuestro pensamiento.

Un verdadero anarquista, tal como lo concibo, no tiene inconveniente en discutir -y sobre todo disentir- con otro compañero que también se autodenomina anarquista. El auténtico anarquista busca estar de acuerdo consigo mismo, aunque ello implique supuestas (o reales) contradicciones ideológicas.

Por ello un anarquista "como debe ser" nunca puede sentirse cómodo en un partido político... por más que su nombre lo identifique como "libertario". Un partido es una capilla, una empresa, una congregación religiosa; y en todos estos lugares es menester estar de acuerdo con la autoridad, con los que gobiernan el cotarro. Y a un buen anarquista le tiene sin cuidado lo que piensa la autoridad, mientra no pase por el cedazo de su razón y su crítica. 

2 mar 2016

¿Anarquismo? ¿Qué significa eso?

Intentaré hacer unas breves distinciones que espero pongan algo más de claridad en tema tan espeso. Dejando de lado los significados vulgares que, obviamente, son los más conocidos (anarquismo igual a caos): se entiende por tal la teoría política que hace incapié en la organización social con pocos niveles de autoridad central y que, fundamentalmente, esta autoridad está sujeta a revocación inmediata cuando ya no representa a la mayoría de la población.

El anarquismo es la búsqueda de una sociedad organizada de tal forma que no pueda existir una dictadura ni un gobierno que lleve a cabo una política contra el sentir mayoritario de su población. O en otras palabras, lo esencial del anarquismo consiste en que toda "representación política" es revocable si se aparta del apoyo que en su momento le dieron los representados.

Ahora bien, a partir de esta idea central se pueden abrir muchos caminos divergentes, cuando no contradictorios. Se pueden clasificar éstos en dos grandes grupos: el anarquismo socializante y el anarquismo cooperativo.

El primero considera que la propiedad privada debe estar limitada por su función social, y que el Estado (un Estado anarquista por supuesto) es la organización política que se ocupa de encaminar el progreso social y evitar toda forma de explotación del hombre por el hombre.

El segundo grupo, el anarquismo cooperativo, desconfía del Estado como socio mayor en cualquier actividad civil y prefiere mantenerlo sí, pero en sus funciones más restringidas: defensa y seguridad pública, organización jurídica y tribunales que la mantengan y control de la economía en líneas generales para evitar prácticas monopolistas o encaminadas a perjudicar la actividad económica normal en una sociedad dada.

Estos dos grupos son a su vez muy variados y pueden, por ejemplo (en el primer caso, el anarquismo socializante) no sólo favorecer el Estado sino también organizaciones de otra clase como los sindicatos; tendríamos aquí el anarco sindicalismo como una de las tendencias más famosas. En cambio el anarquismo cooperativo da lugar a otras posibilidades también muy variadas que van desde la aceptación plena de una sociedad capitalista sin frenos hasta una sociedad que si bien es capitalista en su organización básica es capaz de establecer regulaciones y apoyos para favorecer el desarrollo de las cooperativas como otro sujeto económico a la par de las empresas tradicionales.

Tendríamos un tercer eje que en realidad no lo es, pero que podría servir para otra clasificación: el apoyo a la violencia en el cambio de una sociedad tradicional o socialista a la anarquista y el rechazo de este recurso de manera parcial o total. Y digo que no es un "eje" en tanto se trata más bien de un recurso que algunos grupos privilegian (y por ello se hacen famosos, encarnando para el sentir general lo más característico del "anarquismo") pero que en realidad, como medio, no debería afectar la teorización sobre las posibilidades de cambio en una sociedad moderna y en que dirección se puede facilitar o apoyar esa transformación.

Algunas escuelas políticas anarquistas buscan distanciarse de esa "piedra al cuello" que han sido las manifestaciones violentas o terroristas que se amparan bajo el genérico nombre de "anarquistas" buscando otro nombre menos cargado de connotaciones peyorativas. Un ejemplo de ello son los que se hacen llamar "libertarios" que en la práctica es lo mismo, pero que suena mejor; por lo menos para aquellos que no pueden dejar de asociar al anarquismo con las bombas y los incendios provocados por vándalos callejeros.

Yo pienso que mejor llamar a las cosas por su nombre; aquel más cercano a las ideas principales, aunque no voy a discutir si la teoría política que trata de hacer de la "autoridad" un fenómeno de "gestión" y no de gobierno independiente (del pueblo) se denomina mejor si se la llama "anarquismo" o "libertarismo".

Este blog, se inserta en la segunda visión del anarquismo: un anarquismo individualista y cooperativo, que niega la violencia como recurso para acceder y o mantener el poder, ya que la violencia en si misma es la negación radical de todo lo que el verdadero anarquista desea.

Ahora bien, es menester una última aclaración; por el momento.

El anarquismo, tal como lo concibo, no da paso inmediato a un programa electoral; no es una receta para solucionar los problemas inmediatos de la sociedad y por lo tanto no se le puede pedir que de una respuesta precisa a cuestiones concretas como "el pago de la deuda", "la falta de empleo" o la "corrupción de los políticos". El anarquismo es un marco teórico que busca en cada caso y en cada solución que se propone la alternativa viable más democrática y más expuesta al control ciudadano.

Se trata no de alcanzar la sociedad ideal en un plis plas sino en mantener, siempre, al poder (sea éste de un grupo de personas profesionales -los políticos o los empresarios o los militares o los sindicatos, etc-) lo más cerca posible del control ciudadano; evitando dar cheques en blanco de tal modo que en cuatro o seis años de gobierno cualquier partido o grupo social aproveche tal período para consolidar su poder usando la economía, la política y los medios de comunicación social para imponer sus objetivos.

Podría parecer trivial tal propósito al lado de las grandes proclamas, sin ir más lejos, de los "socialistas"; proclamas que son sólo basura teórica y utópica ya que no sirven para nada práctico; pero el anarquismo real no es otra cosa que la permanente vigilancia y desconfianza frente a un poder (sea cual fuere) que lleva grabado en su propia naturaleza el deseo de crecer y de imponerse, por cualquier medio, a la sociedad que lo vió nacer.