Antoine de Saint Exupery

"La perfección se consigue, no cuando no hay nada más que añadir, sino cuando no hay nada más que quitar."

9 mar 2011

Educar para mantener los ojos abiertos

El poeta W. H. Auden decía que "el objetivo de la educación es hacer del autoengaño una tarea más difícil", y coincido con él completamente... sólo anoto una diferencia. No es el objetivo actual de la educación (ni primaria ni universitaria) sino que debería serlo.
Una educación así sería francamente revolucionaria en un grado que ninguna revolución pasada ha alcanzado. Si analizamos y nos entrenamos en las mil maneras de autoengañarnos captaremos al instante como otros intentan manipularnos, convencernos y hacernos comulgar con piedras de molino.
Una educación que privilegie como navegar por los procelosos mares de los argumentos y contra argumentos, como escapar de la magia de las palabras y las abstracciones (patria, libertad, propiedad, derechos, nación ...) para entender su sentido concreto en determinadas circunstancias. Una educación así nos haría poco vulnerables a los demagogos, a las proclamas políticas de los corruptos, a los pases de mano de los trileros del espíritu.
¿Pero? y pregunto sinceramente: ¿Qué Estado actual puede favorecer una enseñanza de esta clase? y algo más práctico aún: ¿Qué Estado actual está más cerca de permitir algo así?
Si construyeramos una jerarquía de Estados en función de la respuesta a las preguntas anteriores, tendríamos, también, una idea razonable de que sistema político y económico está más cerca de la humanidad que soñamos. A veces lo ideal es útil, en tanto nos permite medir lo real, como pensó, en su momento, el gran sociólogo alemán Max Weber.

17 feb 2011

Bélgica... un país anarquista

Quizá no esté de más apuntar que "anarquía" no significa, políticamente hablando, "caos" revolucionario, sino "gobierno democráticamente responsable ante el pueblo", es decir que el pueblo conserva la capacidad de revocar a sus gobernantes si éstos han dejado de merecerle confianza.
Habría mucho para escribir, y de hecho, ya hay demasiado escrito sobre ésta palabra, sus posibles interpretaciones y usos cotidianos, y al final, pero no menos importante, si es posible o no un gobierno de tales características en un estado moderno.
No obstante, cualquier "gobierno" que deje a sus "gobernados" el máximo de posibilidades para elegir... se acerca un poco a éste concepto de anarquía que desde este blog sugerimos.
Aceptando lo hasta aquí propuesto, resulta muy interesante la experiencia belga. Se podría decir que es un verdadero "laboratorio social" de las posibilidades reales que tiene un gobierno bajo mínimos. Por ello recomiendo leer atentamente el siguiente artículo.

1 ene 2011

Un mundo estable, hirviendo a fuego lento.

Un principio de año siempre es bueno para reflexionar. Esto de los "años" es arbitrario, pero pasar pasan, tanto importa que fijemos su inicio en enero, febrero o mayo. Lo anterior me permite recordar que, para los que estamos en esta parte del mundo, siempre hemos vivido inmersos en un ideología, en una manera de pensar y percibir el mundo, que siendo tan pero tan "natural" hace siglos que se ha convertido en un substrato inconsciente de la mente colectiva: el cristianismo.
Incluso los revolucionarios más ateos no han podido desprenderse de ella. Han refutado la idea del cielo o el infierno después de la muerte, pero a condición de trasladar ambos a esta vida. En el fondo siguieron siendo predicadores y profetas, a la vieja usanza con ropajes nuevos.
Todas las ideologías que han surgido por este barrio se fundan en el cristianismo, y es que no hay manera de partir sin establecer como punto inicial un puerto, sea éste artificial o silvestre.
Pero se da el caso que al mundo lo hemos cambiado, como especie, mucho más de lo previsible e incluso de lo imaginable, y así es que, por más rabia que dé, las "certezas" son provisionales, los "valores" son hojas al viento y los problemas humanos están girando en círculos cada vez más estrechos.
No importa cuanto nos aferremos a viejas etiquetas y a dioses familiares, el tiempo trabaja en contra.
El fenómeno Bin Laden, y la rabiosa protesta contra el mundo moderno que representa el musulmán airado, ya se vislumbra, pocos años después, como el parto de los montes. Ni el terrorismo, ni el integrismo, ni las iglesias, ni los partidos, ni los estados, ni las empresas, ni el deporte, ni las universidades, ni el ecologismo tienen posibilidades reales de modelar el futuro que tendremos. Todos juntos aportan un poco más de caos, pero el cardumen humano, desde la distancia, se observa como una masa que circula siguiendo sus propias leyes, girando ora a izquierda o derecha, para arriba o para abajo, siempre cambiante en sus reflejos plateados, mientras los depredadores esperan su momento.
Las brujas de Macbeth están contentas, no lo dudo, mientras remueven su caldero; en la espesa sopa contemporánea las mejores ideas se achicharran y las peores también.
Hay por supuesto una repetición latosa de viejas "verdades" y de tópicos estúpidos que justamente subsisten porque son pura cáscara (como la "felicidad" que nos deseamos mutuamente cada vez que toca hacerlo), pero el camino que seguimos ni lo sabe ni lo adivina nadie.
En este curioso mundo actual se necesitan, por lo menos dos brújulas para orientarse... eso sí, a condición que una apunte siempre hacia el norte magnético, y la otra, exactamente a su contrario.